Arqueólogos israelíes hallaron en los acantilados del desierto de Judea una moneda rara de la época de la revuelta de Bar Kojba, que lleva el nombre de “Eliezer el Sacerdote” (“Elazar Hacohen”), informó Haaretz.
La moneda data del año 132 a.C., el comienzo de la revuelta de Bar Kojba. Al parecer, la moneda salió rodando de una cueva en la pared del acantilado donde los rebeldes judíos se refugiaron de los romanos durante la rebelión, comentó el Dr. Eitan Klein, subdirector de la división antirrobo de la Autoridad de Antigüedades de Israel.
La moneda, revelada el lunes por la Autoridad de Antigüedades, fue hallada hace unas dos semanas, 20 años después de la excavación de la cueva.
Junto a ella, se encontraron otras tres monedas que datan de la época de la revuelta con el nombre de “Shimón”, en referencia a Bar Kojba.
“La cueva se encuentra en Matzok Hahe’etekim, una larga línea de acantilados en el lado occidental del Mar Muerto. En aquella época, los arqueólogos descubrieron varios objetos en esa cueva, incluida una jabalina romana, que los rebeldes judíos presuntamente robaron u obtuvieron de un soldado romano y los mantuvieron en la cueva para uso futuro, que nunca llegó”, agregó Klein.
Las monedas fueron halladas durante un estudio de la Autoridad de Antigüedades de Israel en el desierto de Judea, en colaboración con supervisores de la Unidad de Prevención de Saqueos Arqueológicos, que comenzó en 2017.
“El sacerdote Elazar fue Elazar HaModa’i (también conocido como Elazar de Modi’im), un famoso discípulo de Yohanan ben Zakkai“, dijo Klein.
Esa identificación se basa en leyendas sobre la destrucción de Judea en la Mishná y el Talmud, que informan que HaModa’i era primo de Shimón Bar Kojba.
“Elazar vivía en Beitar, la capital de la rebelión, del estado de Bar Kojba. Dicen que mientras orara, Beitar no podría ser conquistada. Cuando se detuvo, Beitar fue conquistada. Esta leyenda muestra la importancia de HaModai“, explicó.
El nombre de HaModa’i aparece solo en monedas de ese año, aunque la rebelión duró cuatro años. “Obviamente él fue uno de los líderes religiosos al comienzo de la rebelión. ¿Qué pasó con él? No lo sabemos”, dijo Klein.
“El nombre de Elazar Hacohen está inscrito en una antigua escritura hebrea, que había caído en desuso en la época de Bar Kojba. Este anacronismo fue intencional”, continuó Klein. “Los rebeldes de Bar Kojba grabaron sus monedas con escritura hebrea antigua de la época del Primer Templo, como muestra del vínculo con sus raíces”.
“Usaron deliberadamente una antigua escritura hebrea utilizada en la época del Primer Templo, para mostrar la continuidad del pueblo judío y del Reino de Judá: el vínculo entre Bar Kojba y el reino de David y Shlomó“.
“En la misma cara de la moneda donde está la inscripción “Elazar Hacohen”, vemos una palmera datilera. Este es un símbolo del Reino de Judá, la provincia romana de Judea, aunque los dátiles se han cultivado en todo el Medio Oriente, donde ha sido posible, durante al menos 6,000 años”, señaló Klein.
“Allí había muchas palmeras datileras”, dijo, en referencia a la zona del Mar Muerto. “De hecho, en la antigüedad la zona era famosa por sus dátiles. En 2021, los científicos incluso resucitaron la variante local extinta de la palmera datilera, cultivando árboles a partir de semillas de alrededor de 2,000 años”.
En la otra cara de la moneda se ve un racimo de uvas y la inscripción “Primer año de la redención de Israel”.
El estudio del desierto de Judea y sus cuevas comenzó hace siete años. Entre los descubrimientos se encuentra una canasta hecha de juncos en impresionantes condiciones creada hace 10,000 años. En aquel momento era la cesta más antigua del mundo, pero desde entonces se han encontrado cestas de aproximadamente la misma época en otros lugares (como en España).
También se encontraron cuatro espadas romanas en condiciones casi perfectas que, al igual que la jabalina, fueron escondidas en una grieta en otra cueva de Judea, posiblemente para uso futuro contra el opresor.
Pero ese día no llegó. La revuelta de Bar Kojba fue cruelmente aplastada, y las espadas y jabalinas fabricadas por Roma quedaron escondidas en sus cuevas durante 2,000 años.
El director de la Autoridad de Antigüedades de Israel, Eli Escusido invita al público a unirse a recorridos en la séptima temporada de excavaciones en el desierto, para ayudar a salvar los hallazgos arqueológicos del desierto de Judea, del saqueo de antigüedades.
Entre otros lugares, el estudio llegará a las cuevas de Murabba’at a lo largo de Nahal Darga a partir del 11 de marzo durante 10 días.
Fuente: Enlace Judío