Entender el conflicto palestino israelí no es algo sencillo, pero sin duda, irnos a la historia nos da bastante entendimiento.
Desde 1948, cuando se creó el Estado de Israel, los palestinos siempre se han negado a aceptar la existencia del país judío. En 1967, cuando Egipto, Jordania y Siria firmaron alianzas para atacar al Estado de Israel, el ejército israelí se adelantó ejecutando un ataque preventivo, y tras 6 días de combate se apoderó de varios territorios, entre ellos la Franja de Gaza.
Más desesperados que nunca, humillados y tal vez arrepentidos por no haber declarado su estado en el pasado los palestinos eligieron como estrategia el terrorismo.
Por aquellos años un líder palestino comenzó a destacar, pero continuó eligiendo el camino del terrorismo y los más afectados ante esta elección, siempre fueron los mismos palestinos, pues ante este tipo de ataques, el control israelí sobre la Franja de Gaza aumentaba, lo que repercutía en la libertad y en el desarrollo económico de los palestinos, provocando un espiral de daños en el que nadie ganaba.
En 1973 Egipto y Siria decidieron volver a atacar al estado de Israel, y el daño en los primeros días fue trágico para el estado judío, pero finalmente, el Estado de Israel venció y pocos años después, Egipto ya estaba firmando la paz con Israel, lo que dejaba claro que los palestinos no eran un tema importante para los países árabes vecinos.
Entonces se levantó una Intifada: sería inspirador decir que se trataba de una población palestina oprimida que sólo lanzaba piedras, pero a eso le falta mucha verdad, pues también lanzaban bombas molotov y cometieron atentados terroristas que cobraron cientos de vidas.
Cuando la Intifada terminó y la paz parecía estar más cerca que nunca con los acuerdos de Oslo, los atentados terroristas continuaron, y en marchas de protesta los palestinos gritaban “el pueblo no ha firmado”.
Ante tantos atentados, Shimon Peres, que intentaba continuar el legado de Isaac Rabin de intercambiar tierras por paz, perdió las elecciones, pues la población israelí ya lo único que pedía era seguridad.
Así llegó Benjamin Netanyahu al poder en un incendiario 1996, y aunque existieron otras oportunidades para la paz en la que diferentes primeros ministros de Israel ofrecieron lo inaudito para tener tranquilidad, Yasser Arafat rechazó siempre toda oferta y toda oportunidad.
Fuente: Enlace Judío