Dios le ha dado una segunda oportunidad a este hombre que, al distraerse en el aeropuerto de Brasil tomando una taza de café no abordó el avión que momentos más tarde se accidentaría estrellándose en uno de los barrios de ese país.
La aerolínea Voepass, propietaria del avión, informó que Constantino Maia estaba entre los pasajeros, sin embargo, su nombre no figuraba entre la lista de pasajeros del avión siniestrado. Después de varias validaciones, confirmaron a sus familiares que él no había abordado el avión.
El avión cayó de forma vertical girando sobre sí mismo sobre un área residencial sin dejar ninguna víctima en tierra.
Después de leer esto, ¿consideras que Dios hizo un milagro en la vida de Constantino y de las familias en cuyo patrio trasero cayó el avión?
Cristina García